HINOJO Y BERENJENA GRATINADOS CON BECHAMEL DE CACAHUETE



Y seguimos con el hinojo. Durante estos meses lo podemos encontrar en los mercados, aunque quizás sea menos conocido que sus compañeras otoñales: las alcachofas, zanahorias o berenjenas. 

Del hinojo se pueden consumir todas sus partes, tanto el bulbo, las hojas (tan delicadas que parecen plumitas) o las semillas. Cada parte nos proporcionará todos los beneficios de esta hortaliza, pero destaca sobretodo por sus propiedades carminativas (mejora las digestiones y los gases) así como la retención de líquidos. 

En este caso he usado el bulbo del hinojo, reservando los tallos con sus hojas para una ensalada y un rico licuado verde, que aporta un sabor dulzón y anisado a las bebidas. 

Para esta receta no he conseguido realizar una foto decente. Todas salían feísimas porque el plato en sí no es nada atractivo. Pero no os dejéis llevar sólo por el físico... este es uno de los platos más ricos que he cocinado jamás. ¿Que a qué sabe la bechamel de cacahuete? ¡Mejor pruébala! A mi me recordaba un sabor entre el fuet espetec y la longaniza seca de Pascua. ¿Increíble, no? Sólo sé que en casa no pudimos parar de comer hasta acabar con todo. 


Ingredientes
1 bulbo de hinojo
1 berenjena

Para la bechamel:
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
2 cucharadas de harina de centeno 
Leche de avena
Pimienta negra
Nuez moscada
Sal marina
1 cucharada de mantequilla de cacahuete natural sin azúcar ni sal añadidos


Elaboración
Lavamos bien la berenjena y el hinojo ya que conservaremos su piel. Cortamos en láminas finas y las vamos extendiendo sobre una bandeja de horno con papel vegetal para evitar que se peguen. Metemos en el horno y cocinamos a 200ºC aprox. hasta que veamos la berenjena tierna. 


Para la elaboración de la bechamel procederemos igual que con una bechamel clásica. En un cazo ponemos el aceite de oliva y las 2 cucharadas de harina de centeno. Puede elaborarse con otro tipo de harina, por ejemplo, con harina de avena. Removemos continuamente para evitar que se pegue la harina, y cuando comience a tener un tono dorado vertemos por encima, sin dejar de remover, la leche de avena. Echamos primero  un chorrito, y cuando veamos que comienza a espesar echamos otro, así hasta que veamos la consistencia adecuada. Si se forman grumos seguimos moviendo con mucha paciencia. Para finalizar, añadimos una pizca de pimienta negra, un pellizco de nuez moscada y sal marina al gusto. 

Cuando tengamos lista la bechamel  agregamos una cucharada colmada de mantequilla de cacahuete y mezclamos bien con la bechamel. 


Sacamos las verduras del horno, vertemos la bechamel por encima y gratinamos durante 5 minutos. 

Sacamos y emplatamos. 

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